Muchas veces, durante las primeras experiencias de cultivo, pasa que nos apuramos y enfrascamos los cogollos antes de tiempo o luego de enfrascar vuelven a humedecerse largando mal olor y con riesgo de infectarse con hongos.
¿Qué debemos hacer en este caso? A continuación, te contamos al respecto.
-
Lo primero es saber a qué se debe que estén húmedos
Una de las razones es que puede deberse a que los hemos enfrascado antes de tiempo. Pero también puede pasar porque el secado se dio en condiciones muy agresivas y en pocos días los cogollos ya parecían estar listos. Decimos «parecían» porque en realidad los cogollos se secaron en su parte más externa, pero húmedos en su interior.
Esto puede advertirse más que nada por el olor que largan las flores al abrir los frascos durante el curado. En caso de que notemos un exceso de humedad en nuestros cogollos debemos seguir secándolos, ya que de lo contrario se puede armar el ambiente propicio para que el moho arruine nuestra cosecha.
-
Qué hacer si efectivamente están húmedos
En caso de que esta sea la situación, debemos retirar la cosecha inmediatamente del frasco y continuar secándola. Para eso podemos poner los cogollos dentro de una caja de cartón o en una bolsa de papel madera, depositándolas en un lugar oscuro y seco.
Debemos revisar los cogollos a diario y una vez que notemos nuevamente que están secos, podemos devolverlos a los frascos para continuar con el curado.